Malas o Buenas Intenciones?
- Laly Villalaz de García De Paredes
- 19 sept 2017
- 3 Min. de lectura
A veces quien menos esperas tiene malas intenciones contigo y con quienes amas. Lo he vivido y razón por la cuál he aprendido a evitarlo... a analizarlo y sobrellevarlo. He aprendido a vivir feliz por que soy feliz sin importar las circunstancias, tengo niños dulces e inocentes y un hombre que me ama tanto como yo a él.
El adagio nos dice que hay un destino, el camino que está pavimentado con buenas intenciones. Es el destino que todos preferiríamos alcanzar. Las buenas intenciones pueden tener resultados desastrosos y consecuencias especialmente cuando estas tratando de ayudar a alguien más.
Yendome a lo religioso, en la Biblia, Pablo hace muy claro que las personas no convertidas no buscan a Dios. Tomás de Aquino comprendió esto y sostuvo que a simple vista puede parecer que los incrédulos están buscando a Dios o buscando el reino de Dios, mientras que de hecho huyen de Dios con todas sus fuerzas. Tomás de Aquino observó que las personas que no han sido convertidas buscan los "beneficios" que sólo Dios puede darles, como el significado y propósito último en sus vidas, el alivio de la culpa, la presencia de alegría y felicidad y cosas de esta naturaleza. Me explico? La mayoría de la gente no está tratando intencionalmente de ser mala. Ellos no están tratando de fracasar en su papel, y no están tratando de cometer errores. Muy pocos de ellos están actuando con alguna intención maliciosa de hacerte daño, ni es su intención de hacerse daño a sí mismos. La mayoría de las veces, y hay excepciones, la gente actúa por buenas intenciones. No tienes que ser feliz cuando la gente comete errores. Pero si es posible hay que ayudarles a aprender de sus errores. Cuando ASUMES buenas intenciones, refuerzas la idea de que esperas que las otras personas tomen acción y tomen buenas decisiones. No asumas. La gente no está aquí para causar problemas, ¿o sí? - La gente quiere ser parte de la solución... al menos eso es lo que yo espero. Creo que la forma de tratar a la gente puede significar la diferencia entre alguien que cree que pueden hacer la diferencia, y alguien que simplemente quiere mantenerse fuera de problemas. Pero a veces no funciona de esa manera. Cuando analizo este caso, me doy cuenta de que todo comienza en otro lugar. No comienza con malas intenciones. Comienza con otros dos elementos: la perspectiva y la comunicación. A menudo observamos una situación desde diferentes ángulos. Es como mirar un edificio desde diferentes posiciones: dependiendo de dónde se encuentre, se ve algo diferente. Deberíamos estar preguntándonos: ¿estamos hablando realmente de lo mismo? ¿Nos estamos tomando tiempo para entender la perspectiva de la otra persona? Es tan fácil comunicarse de manera equivocada. Usamos palabras equivocadas, respondemos fuertemente a cosas de las que no estamos tan seguros, no somos sensibles en la forma en que nos comunicamos, y usamos a menudo el medio equivocado (whatsapp, correo, cara a cara, teléfono). La combinación de diferentes perspectivas y formas erróneas de comunicación puede conducir fácilmente a la suposición de que la otra persona debe tener malas intenciones. Para concluir, las buenas intenciones a veces pueden tener consecuencias negativas. Estos negativos pueden no ser obvios o claros debido a que el individuo está cegado por la bondad de su hecho. Al final, ¿Quién podría acusar a alguien de tener buenas o malas intenciones? Así que solo nos queda intentar conocerlos cada vez mejor, intentar detectar su presencia y seguir practicando habilidades para no dejarnos influenciar tan facílmente. En palabras de mi madre "toma tus propias decisiones, escucha, evalua y no hagas lo que los demás te dicen. El camino al infierno está empedrado de buenas intenciones".

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